* Estará abierta martes a domingo de 10:00 – 19:00 hrs hasta el mes de diciembre 2022.
Se trata de la exposición fotográfica «La Reproducción tiene historia», a cargo de la Escuela de Arqueología de la Universidad Austral de Chile Sede Puerto Montt y el Departament de Prehistoria Universitat Autònoma de Barcelona, con el objetivo aportar al conocimiento científico de la organización de los trabajos de reproducción en distintos territorios y momentos históricos.
La exposición se encuentra instalada Centro de Arte Molino Machmar (Sala de Exhibiciones SERNAGEOMIN, 3er Piso), ubicado en Avenida Gramado 1100, Puerto Varas, Región de los Lagos, estará abierta hasta el mes de diciembre 2022.
«La Reproducción tiene historia» es una muestra concebida originalmente en el seminario internacional del mismo nombre, en Barcelona (2014) y ha sido expuesta en Granada, Marinaleda, Almería e Italia, además de publicar el libro “La reproducción en la Prehistoria” (2017), por Ed. CSIC y Ed. Libros de la Catarata.
La Directora de Escuela de Arqueología UACh, Dra. Andrea González Ramírez, es una de las gestoras de esta muestra; ella desarrolla una línea de investigación feminista aplicada a la Arqueología y Bioarqueología de la Reproducción Social, orientada a la economía política de los trabajos procreativos y de cuidado.
Respecto a esta exposición y lo que viene a proponer, la académica y autora de la muestra, Dra. Andrea González Ramírez, indicó que las disciplinas históricas que se interrogan por el pasado, como lo es la Arqueología, se interrogan naturalmente por el presente también. La pregunta sobre si ¿la reproducción tiene relación con los aspectos económicos y políticos que ordenan los trabajos reproductivos? “Esta pregunta”, afirmó la investigadora UACh, “es trascendental ahora porque estamos sujetos a cambios civilizatorios, en los que hemos entendido que estos trabajos reproductivos tienen un orden económico y político más allá de lo que se nos educó que estaba dado a las mujeres. Si bien muchas de las actividades pueden ser realizadas sólo por cuerpos femeninos, la forma en que se establece su desarrollo está sujeta a normas sociales y por lo tanto puede haber situaciones de desigualdad social, de omisión, de dominación que se dan en este ámbito. Y eso se hace desde múltiples vías, se puede naturalizar ese trabajo, se puede infravalorizar y recién hoy día estamos discutiendo en torno a cómo lo vamos a valorar en la sociedad capitalista tardía.”
Junto con ello destacó que según los cálculos actuales “la valorización oscila entre un 40% o más del Producto Interno Bruto (PIB), de todas las sociedades, en general estamos hablando del aporte de trabajo que tienen beneficios económicos y que traen consecuencias para el ordenamiento político y están fuera de la esfera de lo que se considera propiamente económico y político. Por lo tanto, estudiarlo arqueológicamente significa pensarnos a nosotros mismos y más que mirar a otras sociedades como ejemplos positivos y negativos, como referentes positivos o negativos para pensar nuestros propios proyectos y nuestras propias transformaciones sociales, el ejercicio de la pregunta busca ante todo problematizar otras situaciones históricas, conocerlas y sobre la base de ese conocimiento discutir también nuestros proyectos vigentes de sociedad. Entonces toda pregunta por el pasado es una pregunta por el futuro. La muestra busca interpelar ese sentido histórico. La idea en este momento trascendental busca problematizar trabajos que han sido infravalorizados, que han sido omitidos pero que de manera indudable constituyen un eje central del funcionamiento y de la organización de toda sociedad. Por eso invito a que se acerquen a esta exposición con un ojo crítico, de memoria, pero de futuro también.”
La Reproducción tiene historia
Esta exposición fotográfica quiere ser una exposición de imágenes en un sentido singular del término. Las fotografías van más allá de su valor histórico o estético y sirven para contribuir eficazmente a visualizar y reclamar “el proceso reproductivo” que integra las normas sociales que ordenan las relaciones sexuales, el embarazo, el parto, la educación y la socialización.
En cada uno de estos «momentos» arqueológicos y etnográficos se puede identificar trabajo, mucho trabajo para producir: objetos, pinturas, construcción, mitos, ceremonias, situaciones especiales… actividades y productos específicos.
La reproducción social puede considerarse el proceso de producción más importante en una sociedad y debe ser estudiado para comprender su pasado, desarrollo y presente. Investigar sobre la reproducción significa identificar aquellos mecanismos sociales que regulan y han regulado de diversas maneras las relaciones entre las distintas sociedades a lo largo de la humanidad. Tanto arqueológica como etnográficamente vemos una gran diversidad cultural dónde el papel predominante de las mujeres en este proceso de producción de la vida social es regulado, valorado, omitido o naturalizado, a partir de lo cual se establecen políticas y economías específicas.