Destacamos su fundamental aporte en el desarrollo y en posicionamiento del museo a nivel nacional, y sus múltiples contribuciones a las artes y al patrimonio cultural.

Hacemos extensivas estas condolencias a sus familiares y en especial a su esposa Sandra Solís, su hija Victoria y a su hermano, Juan Carlos Miranda, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas.

El Rector (S), Dr. Oscar Balocchi, expresó sus condolencias a la familia, amigos y comunidad, principalmente a quienes forman parte de la escena cultural en la Región de Los Ríos. “Nos sentimos profundamente agradecidos y conmovidos por haber sido parte relevante de la vida de un artista y académico como Hernán Miranda Castillo”, manifestó. Cabe destacar que se ha dispuesto izar la bandera universitaria a media asta en señal de dueño institucional.

Nació en Valdivia el 11 de abril de 1949 y estudió en la Escuela de Arte de la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde recibió el grado de Licenciado en Arte con mención en Pintura. También fue un destacado exponente del arte plástico y reconocido profesor de pintura en esta misma casa de estudios.

En el ámbito de la docencia, destacó su constante dedicación a transmitir a sus alumnos su quehacer artístico, renovando sus metodologías, lo cual beneficia a los estudiantes, como es el uso de las tecnologías digitales actuales, tanto en los cursos de Pintura, como en los de Taller Integral.

En su papel como director y fundador del Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia, tuvo un papel fundamental en su trayectoria, donde se conjugan su faceta de creador y su sensibilidad artística, junto con las labores de gestión y liderazgo de un proyecto, lo que lo llevó a recibir de parte del Ministerio de Cultura el premio “Sello de Excelencia del CNCA – 2013” por sus aportes a la cultura regional.

Participó en la Exposición Antológica presentada el año 2013 en la sala Matta del Museo Nacional de Bellas Artes, la que permitió ver una síntesis valorativa de su trabajo caracterizado por la permanente investigación en torno al arte y la contingencia histórica, expresada en la violencia bélica como en las ideologías que la provocan; sin omitir las tensiones y contradicciones que se producen al interior del cuerpo social, entendiendo su rol de testigo de época, señalando aspectos no suficientemente considerados en ella, develando una realidad consciente o inconscientemente oculta y de paso mostrar su particular punto de vista.

En la serie “El Cuerpo de Chile” el soporte de la tela se reemplaza por la superficie metálica. Estos materiales duros sirven como analogía del territorio, el soporte de la nación es la minería y su riqueza natural, el cobre la materia prima, sobre ella el uso de pictogramas, a través de sucesivas capas conforman la densidad pictórica. El uso de nuevas tecnologías en el proceso acreditan innovaciones formales hasta ahora desconocidas en el medio, acentuando el sentido de complejidad y especialización de la vida actual. Por tanto, el espacio pictórico adquiere una mayor significación, poniendo el énfasis en el trasfondo de la escena. El carácter procesual y narrativo de la imagen pictórica le permitió construir un discurso alterno: un discurso que se detiene, observa, enfatiza, descartando lo accesorio.

En la serie “Imagen Latente” el soporte tela se reemplaza por superficies transparentes acrílicas (plexiglás) que dispuestas en capas intentan expresar el lenguaje de la pintura, y de paso reflexionar en torno a las aves silvestres que habitan el área de Valdivia utilizando como concepto: extinción e identidad.

También destacan las dos obras públicas del Metroarte en Estación Baquedano y Universidad de Chile, la serie de obras realizadas en los últimos treinta años y por sobre todo su constante investigación y producción de obras impresas en sistemas digitales sobre papel de algodón, cobre, madera, plexiglás, entre otros.