Hace algunos días hemos sido testigos de una alerta de memoria en distintas ciudades del Sur Austral de Chile. Los sonidos de campanas, reportajes especiales y titulares periodísticos han incentivado a la ciudadanía a recordar colectivamente los sucesos ocurridos el 22 de mayo de 1960, cuando el reloj marcaba las 15:11 Hrs. y el movimiento sísmico de mayor intensidad registrado en el S. XX, transformaba profundamente los modos de ver, habitar y pensar el territorio.
Como Universidad Austral de Chile, a través de la Dirección Museológica, creemos que es importante poner a disposición de niños, niñas y jóvenes herramientas educativas que les permitan conocer este hito histórico y geológico, así como también compartir con la comunidad las memorias de adultos mayores, quienes vivenciaron esta experiencia sísmica en primera persona.
Como institución ligada a la educación y la cultura queremos contribuir de forma permanente con los procesos de puesta en valor y mediación del patrimonio, abordando el Gran Terremoto del 60 desde los distintos conocimientos que lo explican. Ya sea desde las continuidades de los fenómenos físicos y sociales que lo reconocen como un hito identitario hasta abarcando el Patrimonio de la Resiliencia que forma parte de los aprendizajes de esta experiencia y acompañando así de alguna manera, la crisis sanitaria que nos acontece en la actualidad -COVID-19- y aquellos desafíos que pueden presentarse en el futuro.
Estamos convencidos que la documentación del patrimonio familiar es una oportunidad educativa esperanzadora, toda vez que, remueve la idea monumental del patrimonio en los procesos de valoración de lo propio y facilita el diálogo intergeneracional en torno a hazañas, pesares y resiliencias que nos han enseñado a vivir juntos y de mejor manera. Hacemos extensiva la invitación a adentrarse en este Viaje al Epicentro (www.viajealepicentro.cl) de una historia y memoria colectiva que nos une como personas.