Cuando se habla de una experiencia inmersiva se hace alusión a la existencia de un espacio donde los espectadores puedan llegar a recibir multitud de estímulos y sensaciones.
En el caso particular del arte y sus distintas manifestaciones, ellas no sólo tienen la capacidad de capturar la apariencia externa de las cosas y reproducirlas de manera visual, auditiva o textual, sino que pueden imitar o representar aspectos de la realidad, como objetos, paisajes, emociones o experiencias humanas.
Así, pinturas, esculturas, poemas, novelas, música, entre otras formas artísticas se convierten en una mímesis de la copia misma, ya que no solo imitan la realidad, sino que también imitan la capacidad humana para representar.
Esta idea de la doble vida del arte y la posibilidad de crear mundos nuevos y significados alternativos, se hizo presente en la exposición Habitar: Reinterpretaciones del Sur de Chile. Este proyecto creado en Puerto Montt, por la pintora Nicole Gallardo y las poetas Ariela Santana y Pandora Saad estuvo en los espacios de la Sala 1 de las Casa de las Artes de UACh-Sede Puerto Montt desde inicios del mes de mayo.
En palabras de sus gestoras el propósito es reflejar en sus pinturas “diversas texturas y matices de nuestra tierra, en donde los juegos de colores y espátulas en el lienzo transmitan diversas interpretaciones que permitan re-observar la naturaleza, desde una perspectiva sensorial”. Por otro lado, “dialogar con la poesía evocando un universo mágico, que, junto a la imaginativa multicolor de los cuadros, revelen un espíritu gozoso.”, pues a cada cuadro le acompaña un poema nacido desde la experiencia estética ocurrida en cada poeta.
En el día del cierre oficial de esta exposición, la cual aún se puede visitar, llegó la música de manos de Edgar Girtain, director de la Casa de las Artes. El maestro Girtain acompañó a las poetas en parte del recorrido visual y literario y hacia el final del conversatorio e inmersos en la pregunta ¿Qué nos habita?, la respuesta sonora llego con una improvisación al piano de dos minutos.
Sin duda, el arte nos permite mirar más allá de lo obvio, explorar la complejidad de la existencia humana y cuestionar nuestra relación con la realidad misma. Al hacerlo, nos invita a ver el mundo desde diferentes perspectivas y ampliar nuestra comprensión de la vida y la belleza.
Es necesario que iniciativas como ésta sigan penetrando no sólo espacios universitarios, sino que asalten nuestra comunidad para dejarnos habitar por aquello que se hace en el Sur. Este Sur que nos habita.