El Museo Colonial Alemán de Frutillar, dependiente de la Universidad Austral de Chile, fue protagonista durante mayo del Mes del Patrimonio con múltiples actividades culturales, como coros, exposiciones fotográficas y talleres. Sin embargo, uno de los hitos más relevantes fue el anuncio de su nueva campaña de restauración: “Tejuela sobre Tejuela, restauramos nuestra memoria”.
La directora del museo, Soledad Undurraga, reveló en entrevista con Agenda Austral que el recinto enfrenta un complejo deterioro estructural, especialmente en las tejuelas de alerce que cubren sus cuatro casas patrimoniales: el Molino, el Campanario, la Casa del Herrero y la Casona.
“Las casas del museo están en muy mal estado. Las tejuelas están agrietadas, sueltas, y muchas presentan filtraciones. Esto pone en riesgo no solo la infraestructura, sino también las colecciones que resguardamos en su interior”, explicó Undurraga.
Una campaña con sentido de urgencia y comunidad
La campaña “Tejuela sobre Tejuela” busca movilizar a la comunidad local, regional y a quienes aman el patrimonio del sur de Chile para reunir fondos destinados a la reparación de los techos de estas estructuras, que son réplicas fieles de las viviendas de los colonos alemanes del siglo XIX.
La iniciativa cuenta con el respaldo de la organización Amigos de Frutillar, que se encargará de canalizar las donaciones a través de una cuenta transparente y pública. Los recursos serán usados exclusivamente para la compra de tejuelas nuevas de alerce, el retiro responsable de las piezas deterioradas y la instalación profesional, bajo estándares de restauración patrimonial.
“Queremos que cada persona que done una tejuela sienta que está contribuyendo a preservar una parte viva de nuestra historia. Es una manera concreta de mantener en pie un museo que ha sido parte de la infancia, la memoria y el orgullo de tantas generaciones”, destacó la directora.
Cultura, historia y sostenibilidad
Las tejuelas, símbolo arquitectónico del sur de Chile, no solo representan una técnica constructiva tradicional, sino también un elemento identitario. En este caso, restaurarlas significa proteger la memoria material e intangible de la colonización alemana, así como la experiencia educativa y cultural que el museo entrega día a día.
Cabe destacar que el museo recibe cada año a miles de estudiantes, adultos mayores y visitantes que recorren sus salas, talleres, jardines y senderos, donde también se desarrollan proyectos de restauración ecológica, reforestación con bosque nativo y valorización de oficios tradicionales.
¿Cómo aportar?
Pronto se lanzará una plataforma digital con instrucciones para donar tejuelas desde cualquier lugar del país o el extranjero. Además, se difundirán códigos QR y puntos físicos de recaudación en eventos locales.
Mientras tanto, se puede seguir al museo en Instagram (@museo_parque_frutillar) y en sus redes sociales oficiales, donde se informará el lanzamiento oficial de la campaña, los avances y los testimonios de quienes se sumen.
“El Museo es de todos. Y entre todos, lo vamos a levantar, tejuelita a tejuelita”, cerró Undurraga, con optimismo.
Difusión original a través del medio de comunicación Patagonia Radio TV.