La ingeniera en Acuicultura de la Universidad Andrés Bello, Macarena Cozmar, aprobó su examen de grado y finalizó sus estudios en el programa de Magíster en Medio Ambiente y Bioseguridad en Acuicultura (MABA) de la Universidad Austral de Chile (UACh) Sede Puerto Montt.
El Trabajo Final de la segunda graduada del año 2021 y la octava desde que el MABA abrió sus puertas a la comunidad se tituló: “Desarrollo de un método para evaluar la toxicidad de aditivos funcionales a partir de cambios en el comportamiento del copépodo Harpacticoideo tigriopus sp”.
El examen se realizó a través de la plataforma de reuniones Zoom y la Comisión Evaluadora estuvo presidida por la Dra. Marcela Astorga, del Instituto de Acuicultura y Directora de la Escuela de Graduados UACh, que actuó como Ministro de Fe; e integrada por el Dr. José Troncoso, de la empresa Cargill; el Dr. Kurt Paschke, del Instituto de Acuicultura UACh; y la Dra. Sandra Bravo, del Instituto de Acuicultura UACh.
El profesor patrocinante del trabajo final fue el Dr. Alex Romero, del Instituto de Patología Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Austral de Chile.
Según comentó la profesional que realiza asesorías ambientales de forma independiente, esta tesis tuvo por objetivo desarrollar un método de evaluación de la toxicidad de potenciales aditivos funcionales aplicados a la industria del cultivo de camarones, utilizando cómo modelo el análisis del comportamiento de copépodos del género Tigriopus sp.
Los objetivos específicos, por su parte, se centraron en los siguientes tres puntos:
De esta manera, y de acuerdo a los resultados que la nueva Magíster UACh obtuvo, se concluye que Tigriopus sp. es un buen modelo para realizar pruebas de toxicidad in vivo con el fin de evaluar aditivos funcionales y su incorporación a las dietas elaboradas para la industria del camarón. El estudio cuantificó los cambios de comportamiento de la especie estudiada, lo cual se puede prospectar a nuevas especies, entre ellas: Post-larvas de camarones, Caligus y peces.
“Lo que más destaco del programa de MABA es la posibilidad de expandir y actualizar mis conocimientos, además de la calidad de los profesores. Por otro lado, el poder interactuar con profesionales de otras áreas de la acuicultura fue una experiencia muy enriquecedora. Finalmente, que las clases se concentren en un solo día de la semana, facilita compatibilizar los estudios, con la familia y el trabajo”, indicó Cozmar.
“Esta etapa la termino con muy buenos recuerdos. Fue una gran experiencia y siento que me voy con nuevas herramientas, las cuales espero poder emplear en mi vida profesional y así aportar a una acuicultura más sostenible y respetuosa con el medioambiente”, concluyó.