La decisión del ex Presidente Ricardo Lagos de bajar su aspiración presidencial puede tener múltiples lecturas, pero sin lugar a dudas, una de las que más elementos de análisis entrega es la que refiere a la opción que adoptó el Partido Socialista de apoyar la candidatura del Senador Alejandro Guillier en desmedro de la de Ricardo Lagos. Ante esto, y atendiendo a que el actual Senador no ha señalado ninguna idea central de lo que ha de ser su programa de gobierno, resulta interesante determinar qué llevó al Partido Socialista a postergar la opción de Lagos, quien es un hombre que es reconocido, más allá de su militancia en el PPD, como socialista y como un histórico de la colectividad.
Ante esto, la respuesta es clara, el peso de las encuestas. Sin embargo, y al respecto, es importante realizar algunos comentarios que ayudarán a contextualizar esta opinión. En Chile, la forma en la que se realizan las encuestas son poco claras y suelen tener déficit no sólo en lo que es su configuración y toma de muestra, sino también en la forma en la que se leen éstas. De esta forma, la gran mayoría de las encuestas cuentan con serias deficiencias metodológicas, configurándose como instrumentos escasamente confiables y pocos rigurosos.
No obstante, y a pesar de los probados ejemplos en los que las encuestas han errado ostensiblemente sus predicciones, los partidos políticos siguen ocupándolas como factores en la toma de sus decisiones. La razón para ello no es otra que el desprecio que los conglomerados políticos tienen de la ciudadanía chilena. Esto es así, ya que la gran mayoría de los partidos políticos configura a la ciudadanía nacional como ignorante y altamente influenciable, lo que les lleva a utilizar las encuestas como factores de marketing político, en un símil a lo que se pretende cuando se busca introducir un producto dentro del mercado, perdiéndose el fin de lo que es la encuesta como un instrumento que capta realidades. De esta forma, y en función de lo que ha ocurrido en Chile en los últimos años, resulta importante señalar que las encuestas no han sido una fotografía del momento político del país, sino que han representado la forma en la que los que ambicionan el poder pretenden construir realidades a fin de aprovechar el contexto para sus intereses.
Ante esto, y a la luz de lo sucedido con Lagos y el Partido Socialista, y sabiéndose de ante mano que la candidatura del ex Presidente tenía numerosos puntos débiles, resulta incuestionable que el apoyo que brindó el Comité Central del Partido Socialista a la candidatura del Senador Guillier, quien tiene escasos méritos políticos que permitan justificar el importante apoyo que se le brindó, no es otra cosa que una demostración de la instrumentalización que se hace de las encuestas a fin de crear una realidad que condicione la visión de la ciudadanía, configurando al ex Senador como un líder político, sin que a la fecha él haya demostrado o evidenciado su valía política y lo que quiere ofrecer al país.