El sol y las altas temperaturas son sinónimos de verano, playa y piscinas. Con ello aumentan las actividades y deportes acuáticos, pero de igual manera aumentan los casos de infecciones de oídos (otitis).
Sobre el 80% de las infecciones del oído se producen durante esta temporada, la acumulación de agua y humedad en el conducto auditivo externo y la presencia de calor, favorecen la aparición de síntomas; tales como el dolor, picazón, sensación de oído tapado, fiebre, irritabilidad y/o pérdida auditiva.
Recordemos que el cerumen cumple una función de protección para el oído, sin embargo, al estar constantemente expuesto al agua, se produce una modificación del PH, dejando al oído más expuesto a estas infecciones. Por otra parte, la presencia de un tapón de cerumen oclusivo, implicará que el agua que ingresa al oído no pueda salir de vuelta, quedando acumulada y aumentando así la probabilidad de una otitis.
Nuestros pequeños en casa son quienes más disfrutan de las actividades en el agua, pero también son los más propensos a las otitis, esto debido a la anatomía del oído, el cual tiene una conexión directa y más corta entre el oído y la rinofaringe, facilitando el paso de dicha infección.
Como prevenir infecciones en el oído:
* Secar los oídos con una toalla limpia posterior al baño, piscina o playa.
* Aquellos niños que les gusta sumergirse en el agua, evitar o disminuir el tiempo la exposición bajo el agua.
* Evitar que los niños se bañen en aguas potencialmente contaminadas.
Si el síntoma de “oído tapado” se percibe inmediatamente al ingresar el agua, es probable que tenga un tapón de cerumen. Deberá acudir lo antes posible a un profesional para dicha limpieza.
Los niños no siempre manifestarán su inquietud frente a una infección de oído, por lo que nosotros como padres debemos estar atentos a ciertas señales:
* El menor se lleva las manos constantemente a las orejas.
* El menor se introduce objetos en el oído debido a la picazón.
* El menor aumenta el volumen del televisor posterior a las actividades en el agua.
* Presencia de líquido amarillento saliendo del oído.
* Presencia de cuerpo extraño en el conducto auditivo.
Tanto los síntomas como las señales de alerta pueden ser relacionadas a los menores como a los adultos, siendo este último rango etario menos propenso a las otitis. ¡El cuidado de nuestros oídos depende de todos!
Por Andrés Navarro
Fonoaudiólogo de la Unidad de Otorrinolaringología del Centro de Salud La Colina
Sede Puerto Montt de la Universidad Austral de Chile