Las comunidades humanas construimos nuestras historias y los elementos culturales identitarios, a partir del encuentro entre pasado y futuro, espacios y tiempos que se van reconfigurando permanentemente en lo que Walter Benjamín denominaba un tiempo ahora, a partir de los desafíos que las nuevas generaciones van enfrentando, regresando continuamente a un pretérito que siempre vuelve y se reformula. En este sentido, somos continuidad y cambio, somos seres con memoria que debemos nuestro presente y futuro a generaciones pasadas que construyeron los cimientos de lo que ahora estamos siendo.
En este contexto, la configuración histórica en espiral de nuestra cultura pedagógica expresada en el patrimonio cultural material e inmaterial, permite agradecer hoy a las maestras/os que han formado desde hace más de dos siglos a generaciones ininterrumpidamente, y a reconocer en el trabajo realizado por ellas/os, los soportes que permiten que todos los avances alcanzados por nuestras comunidades escolares tengan sentido.
Hoy 16 de octubre del año 2023, saludamos desde el sur austral, el día de profesoras y profesores que, desplegados en nuestra diversa geografía, habitan jardines, escuelas y liceos, como un acto de reconocimiento a la vocación de servicio que profesan continuamente con su trabajo para niños, niñas y jóvenes que llegan diariamente a sus aulas independientemente de su origen, situación y condición.
Esta vocación de educar entraña en palabras de Emmanuel Levinas, el imperativo ético de responsabilidad hacia estos “otros” que llegan a las aulas (estudiantes y comunidades), ethos pedagógico legado por los primeros maestros formados inauguralmente en la Escuela de Preceptores de Santiago en 1842, Escuela Normal José Abelardo Núñez-, y en nuestro territorio en la Escuela Normal Rural de Ancud el 10 de abril de 1931 que inició sus actividades con 9 profesores y profesoras en dependencias del Liceo Coeducacional, y que hoy la Universidad Austral de Chile, fiel heredera de la formación de profesoras y profesores para el sur austral, renueva disponiendo de carreras de pedagogías y de posgrado que permitan contar con docentes preparados para enfrentar los desafíos en estos tiempos posmodernos.
Pensar hoy los desafíos de nuestras comunidades escolares en el marco de una sociedad globalizada, en donde prevalece la razón técnica (tekne), expresada en sociedades de gerenciamiento mediatizada por una sociedad de consumidores y no de ciudadanos, requiere más que nunca desactivar los dispositivos de norma que tienen atomizadas a nuestra comunidades educativas y particularmente a las/os docentes que las habitan.
En este sentido, el devenir que hoy enfrentan las Universidades y sus respectivas facultades de educación y carreras de pedagogías para la formación inicial docente, requiere hoy más que nunca beber de nuestro propio pozo, reconocer en nuestra tradición pedagógica, las ideas de SERVICIO, PASIÓN POR ENSEÑAR, COMPROMISO SOCIAL, FORMACIÓN INTEGRAL RECONOCIMIENTO DE NUESTRA CULTURA, que son la expresión del ideario que formó por generaciones a Normalista en todo Chile, y que con más vigencia que nunca, requieren ser recogidos por las Casas Formadoras para la educación de los futuros profesores y profesoras de nuestro país.