Recientemente, acabamos de vivir una pandemia que golpeó a toda la comunidad. A algunos a nivel biológico, otros a nivel psicológico, otros a nivel social. Incluso a algunos en todas las dimensiones, afectando su estado integral de salud y equilibrio interno, muchas veces tanto a nivel personal como familiar.
Al comienzo fue un caos, un virus nuevo, sin evidencia científica de cómo tratarlo, cómo prevenirlo, cómo retirarlo de nuestras vidas. El tiempo pasaba y pudimos de alguna forma convivir con él. Aprendimos a valorar el estar bien, el poder organizar libremente nuestro día, el poder conversar y reír con el otro sin temor, el poder pasear por las calles sin miedo, el reunirse con la familia sin tiempo de reunión establecido.
Superamos valientemente esta ola de inestabilidad por Covid 19, y ya nos encontramos frente a una nueva tormenta sanitaria donde la población infantil es la protagonista. Nos preguntamos todos: ¿Por qué en esta oportunidad los virus respiratorios atacan con mayor fuerza? Debemos pensar que aprendimos bastante de medidas preventivas en la oportunidad anterior, un aprendizaje valioso para nuestras vidas, pero el haber estado en nuestros hogares la mayor parte del tiempo y sin contacto con la sociedad provocó que los organismos, sobre todo de los niños, no estuvieran completamente preparados para asumir este nuevo desafío para la inmunidad.
De ahí la importancia de enfermería de impregnar a la población de buenas prácticas en salud, de mantener medidas como uso de mascarilla como barrera a los virus respiratorios en niños y niñas, el distanciamiento social y el frecuente y correcto lavado de manos. Enfermería tiene la misión y compromiso profesional de promover, mantener y restaurar la salud de las personas, de educar a la comunidad en prevención de enfermedades, de responder éticamente a cada una de las necesidades del usuario y familia, colaborando de esta forma en su bienestar para evitar nuevas crisis que puedan afectar al organismo. Desde la vocación de enfermería, los invitamos a aplicar y reforzar las medidas de prevención día a día, a proteger la salud de los infantes con el amor más honesto, y a reunir fortaleza grupal para superar esta nueva prueba en nuestras vidas.