A pocas semanas del retorno a clases, y del inicio de un nuevo año académico, en las universidades de nuestra región, poco a poco se van retomando los usuales debates y diálogos sobre las realidades a las que, como estudiantes, debemos enfrentarnos.
Muchas de estas conversaciones a menudo son a modo de consejo entre compañeras y compañeros de años superiores y nuevos ingresos, que tratan los déficits y problemas que sufren las casas de estudio en la construcción de entornos agradables, que buscan contribuir por medio de infraestructura y servicio al desarrollo de una vida universitaria plena.
Sin embargo, lo cierto es que la elaboración de estos entornos universitarios no solo se debe a la responsabilidad de las casas de estudio al interior de sus Campus, sino que, en gran parte, depende además, del entorno urbano y el soporte que, como ciudades, se ofrecen para garantizar que la población estudiantil se movilice de forma cómoda y segura, al desarrollo de ciudades universitarias.
De acuerdo con el Informe de Matrícula en Educación Superior en Chile 2024, elaborado por la SES, la región de Los Lagos contó con 44.272 estudiantes inscritos en educación superior al año 2024, si bien no se detalla la distribución por ciudad es lógico pensar que gran parte de esta población se concentra en ciudades como Puerto Montt y Osorno, entre otras, en las que se asientan grandes casas de estudio como la Universidad de Los Lagos, la Universidad San Sebastián y la Universidad Austral de Chile. Esto nos lleva a una pregunta fundamental ¿Están estas ciudades preparadas para el desafío de desarrollarse en ciudades universitarias?
En el caso específico de la ciudad de Puerto Montt el desafío es particularmente significativo. Como capital regional debe servir como ejemplo de una gestión eficiente y focalizada, abordando retos cruciales como un sistema de transporte público con rutas y horarios alineados a la necesidad estudiantil. Es esencial contar con conductores profesionales que no representen una amenaza, y, sobre todo, garantizar la seguridad necesaria para una vida universitaria óptima.
Estos desafíos deben ser prioritarios para las instituciones públicas locales y regionales, para la nueva administración Municipal de Puerto Montt, que ha demostrado un compromiso con la renovación, y por supuesto para la Delegación Presidencial de Los Lagos, responsable de los asuntos de seguridad ciudadana. Ambos, de forma complementaria, deben ocuparse por qué las y los estudiantes nos eduquemos en entornos seguros, libres de amenazas para el estudiante que permanece en los Campus hasta tardías horas, con las luminarias necesarias en los caminos, y con las señaléticas y accesos de tránsito que permitan que el tráfico automóvil sea un aliado, no un peligro. Avanzar en esta dirección es, en esencia, construir verdaderas ciudades universitarias.