Las caídas son una de las causas más comunes y graves de lesiones y mortalidad entre las personas mayores de 65 años. Estas personas tienden a caer una o dos veces por año, incluso aquellos adultos mayores comunitarios independientes y sin riesgo aparente de caídas. Si bien sabemos que el origen de las caídas es multidimensional ¿Por qué sucede esto? Lo que muchos desconocen es que los sentidos que controlan nuestro equilibrio corporal también envejecen, incluido el sistema vestibular en el oído interno.
Las personas mayores son incapaces de detectar los movimientos rápidos al caer porque pierden la capacidad de percibir estos movimientos debido al envejecimiento de los sensores de velocidad que están ubicados en los canales semicirculares del oído interno.
La visión y el sistema somatosensorial, aunque ayudan, no son suficientes para evitar las caídas, ya que su procesamiento es mucho más lento en comparación con el sistema vestibular. Sin embargo, el sistema vestibular también envejece y se ralentiza, provocando caídas en los adultos mayores. En esencia, las personas mayores pueden identificar que están perdiendo el equilibrio, pero para cuando los sensores de velocidad del oído interno lo detectan, ya es demasiado tarde y la caída es inevitable.
Desde la infancia aprendemos a caer y, en el proceso, desarrollamos estrategias y reflejos que nos ayudan a evitar estas caídas. Sin embargo, al envejecer, limitamos el uso de estos reflejos porque dejamos de caernos con la misma frecuencia que cuando éramos niños. Entonces seguimos utilizando las mismas estrategias desarrolladas en nuestra infancia, que dejan de ser útiles en nuestra adultez.
Lo importante es que los adultos mayores pueden aprender nuevas estrategias para caer como método de prevención de caídas, y nunca es tarde para empezar. Nuestro sistema de atención primaria de salud (APS), que atiende al 92% de los adultos mayores de 65 años en nuestro país, cuenta con un programa de rehabilitación y diagnóstico dentro del Examen Médico Preventivo del Adulto Mayor (EMPAM) que puede ayudar a predecir y prevenir estas caídas. Consulte en su centro de salud familiar (CESFAM) y promovamos como sociedad un envejecimiento saludable, ayudando a nuestros mayores a mantenerse seguros y activos.