Si hay algo que podamos decir que está bajo nuestro control y voluntad, es cuidar de nuestro propio cuerpo y ser responsables de nuestras acciones. Pasarlo bien, disfrutar de los momentos con amigos y familia, descansar, salir a pasear, conocer lugares nuevos en la región, pueden ser algunos de los panoramas que este fin de semana largo estén dentro de nuestras opciones.
Es también en esta festividad, donde la familia y amigos colocan platos típicos sobre la mesa y pareciera ser infaltable la presencia de bebidas alcohólicas (para muchos considerados como típicos en nuestro país), por ello, en esta fecha, es común el aumento del consumo de alimentos altamente calóricos y también el aumento del consumo de alcohol. Este último normalizado, incluso para aquellas personas familiares o amigos que conocemos por tener un consumo abusivo y problemático.
Sin ser aguafiestas, es importante pasarlo bien, disfrutar en familia y amigos, teniendo rutinas diferentes para alegrarse y divertirse. Tomar consciencia respecto del cuidado de nuestro cuerpo y medirnos en el consumo de alcohol, asimismo de otras sustancias. Sabemos que cuando existe un consumo abusivo también estamos frente a diversas conductas de riesgo personal y social.
El alcohol es una droga, tan nociva como otras, la gran diferencia es que esta droga depresora, que afecta al sistema nervioso central, es promocionada, normalizada y consumida por una gran parte de la población de nuestro país, aumentando el consumo en festividades como estas. Lo que no significa, que deje de ser peligrosa o que afecte a nuestro funcionamiento total, desembocando en la poca capacidad de respuesta, desinhibición y otros, como estar propensos a conductas de mayor riesgo físico, personal y social.
Las noticias fatales que leemos o vemos en la televisión todos los años, se pueden evitar y esto es tarea de todas las personas que vivimos en esta sociedad. Celebrar desde el autocuidado y con responsabilidad, para evitar conductas de riesgo, prevenir accidentes y otros problemas de los cuales nos podamos ver afectados, no sólo las personas que consumen, si no que aquellas que se cruzan en el camino, por ejemplo, de aquella que conduce en estado de ebriedad. Según cifras de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), en el 2022 se produjeron 2022 se registraron 86.050 siniestros de tránsito y 1.745 personas perdieron la vida, cifra que tuvo un aumento del 3,4% respecto a los fallecidos informados el año 2021. Recordemos que, en Chile, 1 de cada 10 siniestros de tránsito con consecuencias fatales se debe al consumo de alcohol en la conducción.
Es en esta fecha donde muchos de nuestros jóvenes comienzan a experimentar drogas, en búsqueda de nuevas sensaciones, es relevante que cuidemos y dialoguemos con nuestros hijos, para prevenir el comienzo de un camino a un consumo problemático de drogas. No son casuales los resultados del Décimo Cuarto estudio de drogas en población escolar (2021) realizando por SENDA, donde se expone de manera preocupante lo que ocurre en la población escolar donde la región de los Lagos, que está por sobre el promedio Nacional en el consumo de marihuana, cocaína y tranquilizantes.
Conversemos en familia y potenciemos en esta fecha lo realmente importante, que es estar con nuestros seres queridos y compartir de manera saludable. Evitemos contar una nueva tragedia o triste desenlace. Podemos reírnos y pasarlo bien sin consumir alcohol, o al menos haciéndolo de manera consciente y responsable
El Llanquihue evidencia impresa 16/09/23