El ingreso a la educación superior suele estar marcado por emociones y desafíos, porque implica cambios a nivel personal y académico del estudiante. Se transita de un nivel a otro, pasando por diversos periodos de ajuste. Por ende, este proceso no es fácil de llevar, ya que se necesita del apoyo familiar y del entorno más cercano que pueda entregar soporte al estudiante y de la estructura de dispositivos institucionales que faciliten el proceso y acompañamiento estudiantil.
Ahora bien, imagina ser estudiante extranjero en el país y enfrentar esta realidad, sin tener mayor conocimiento de la cultura de las instituciones de educación superior y muchas veces confusión en la información que entrega una y otra. El panorama se ve complejo.
Veamos las cifras: Según datos del INE, en la Región de Los Lagos se estimaba que hasta el 2021 había un total de 26.519 personas extranjeras que residían en la región lo que equivale a un 1,8% del total nacional. Si bien esta cifra comparada con otras regiones del país es baja, no es menor considerando lo amplio y diverso del territorio geográfico. Así, la región no está ajena a la realidad migrante.
En el área educativa, la nacionalidad de los estudiantes extranjeros regulares en la Matrícula 2020 a nivel nacional, correspondía a variadas procedencias que alcanzaban 106 países. Así lo refiere el SIES (Servicio de Información de Educación Superior) (2020), que señala que los/as estudiantes de Perú representaban un 27% del total de estudiantes extranjeros regulares, Colombia con un 15,9%, Venezuela con un 13,1%, Bolivia con un 8,4, Ecuador con un 8,3%, Haití con un 7,9%, y Argentina con un (3,9%). En el periodo 2016 a 2020 los países que más crecen en la matrícula de estudiantes extranjeros son Haití (1004%), Venezuela (398%) y Bolivia (117%).
En cuanto a la distribución comunal, el Consejo Nacional de Educación Superior (CNED), refiere que la matrícula de estudiantes extranjeros regulares el año 2021 en Instituciones de Educación Superior de Puerto Montt, era la siguiente: Universidades: 33 (estudiantes); Institutos Profesionales: 50 (estudiantes); Centros de Formación Técnica: 33 (estudiantes); esto es un total de 116 estudiantes, y de este total, 34 estudiantes corresponden a ingreso de primer año. Esta cifra venía aumentando considerablemente hasta el inicio de la pandemia, lo cual tiene un impacto en las realidades educativas, ya que no todos/as logran llegar hasta la fase final de titulación.
Si observamos estas cifras nos damos cuenta de la diversidad que enfrenta hoy el sistema educacional y el gran desafío que tienen las comunidades educativas en la región y a nivel nacional.
Las barreras que tienen los estudiantes migrantes al acceder y permanecer en la educación superior son múltiples, ya sea por su situación migratoria, idioma, etc. Por ejemplo, hoy en día no basta solo con tener una situación migratoria regular, ya que también se debe contar con la permanencia definitiva o cursar los cuatro años de enseñanza media en Chile para poder acceder a beneficios estatales. Situación a lo menos complicada.
Bajo la detección de esta inquietud es que nace el proyecto denominado “Manual de buenas prácticas, para la estandarización de acciones en Instituciones de educación superior con estudiantes migrantes en Puerto Montt”, dirigido por la académica Carla Fierro Retamal de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Austral Sede Puerto Montt y financiado por el Concurso Proyectos de Investigación Aplicada e Innovación Liderados por Mujeres de VIDCA y su Departamento de Desarrollo e Innovación, el cual se enfoca en la creación de un manual de buenas prácticas a partir de la gestión que realizan la Instituciones de Educación Superior con estudiantes migrantes en Puerto Montt, para la estandarización de prácticas de profesionales y/o funcionarios/as de comunidades educativas.
Este manual será una primera aproximación hacia la estandarización de prácticas de profesionales y/o funcionarios/as de comunidades educativas con estudiantes migrantes en los distintos espacios de la Educación Superior, determinándose elementos a considerar para el acceso, permanencia y acompañamiento de los/as estudiantes en las instituciones de educación superior, vislumbrando el rol decisivo que estas tienen respecto a la inclusión del estudiantado migrante, desde la garantía del derecho al acceso a la educación.
La idea es posicionar la problemática en la comuna, presentando una propuesta de solución, y convocando así a la articulación público – privada con instituciones de educación superior, servicio público y organizaciones del tercer sector, con la finalidad de reproducir las instancias de buenas prácticas a otras comunas para la aplicación y replicabilidad del manual.
Por lo tanto, entendiendo que el acceso a la educación es un derecho y que las IES han estado trabajando de manera autogestionada, es que se está realizando un trabajo de investigación con ellas con el fin de dar un paso significativo en la garantía de los derechos, a través de este primer manual para estandarizar lineamientos de prácticas.
Finalmente, no basta con comprender que hoy la realidad en las comunidades educativas es diversa y multicultural, sino que hay que actuar y enfrentar esto con la mayor nitidez y voluntad, ya que los derechos de las personas migrantes no están en juego.