«El rol clásico de Intendente deberá modificarse a fin de demostrar estar en sintonía con una ciudadanía exigente».
La instalación de un nuevo gobierno siempre genera incertidumbres y expectativas. En este sentido, la región de Los Lagos no es la excepción.
Una de las incertezas, es aquella asociada al trabajo de los funcionarios públicos, especialmente en lo que respecta a los «contrata» y «honorarios». La llegada de un nuevo Intendente, nuevos gobernadores y nuevos SEREMIS significará -dentro de los organismos desconcentrados- no sólo la salida de sus símiles sino también la salida de otros funcionarios. Lo anterior se explica de manera lógica a partir que las nuevas autoridades requieren personal de su confianza para realizar su labor. No obstante, lo que no puede ocurrir es un despido masivo de funcionarios en aras de permitir la devolución de favores políticos o la llegada de operadores políticos.
En ese sentido, es necesario que la nueva administración regional no sólo genere estabilidad en aquellos funcionarios que han demostrado realizar bien su trabajo, sino también se asegure que el personal entrante esté altamente capacitado para desarrollar una función orientada a la maximización del Bien Común. En ese mismo sentido, el Intendente debe estar vigilante respecto a lo que pasa en los servicios públicos desconcentrados que él lidera y así pueda desmarcarse de una práctica que es nociva y que se ha realizado de forma sistemática por todos los gobiernos.
Por el lado de las expectativas, y más allá de las mejora en los indicadores clásicos, hay una que está asociada a la dinámica de la política electoral. El 2020 se elegirán los Gobernadores Regionales y desde ya las nuevas autoridades regionales deben asumir que ellos serán los principales responsables del resultado de esa elección. Así entonces, y en aras que la centro-derecha alcance el éxito electoral, el rol clásico de Intendente -como funcionario de exclusiva confianza del gobierno y actor que desconcentra el poder- deberá modificarse a fin de demostrar estar en sintonía con una ciudadanía que hoy es altamente exigente en lo que respecta a su empoderamiento efectivo. Así entonces, el Intendente deberá evidenciar que es un agente político activo en la promoción de la descentralización.
Fotografía: (c) Christian Brown, Fotógrafo, Gobierno Regional de Los Lagos
Columna en El Llanquihue