No es novedad que el actual escenario de crisis sanitaria ha significado, para el sistema educativo nacional, una “adaptación” al contexto, con todas las tensiones que ello significa. Además, y cada vez más, se realizan conversatorios virtuales donde se exponen las opiniones de la más variada gama de representantes del mundo educativo chileno, que, por cierto, resultan un gran aporte al debate. Sin embargo, es preocupante escuchar y leer sistemáticamente, como se alude abiertamente a las problemáticas de la “educación en el hogar” solo y desde el primer año básico, como si en el nivel de educación parvularia “no pasara nada”.
En esta línea, quisiera compartir la síntesis de una encuesta de opinión cuyo objetivo no tuvo mayor pretensión que conocer el sentir de los/as educadores/as de párvulos en el escenario actual, bajo la pregunta provocadora ¿Cómo los/as educadores/as de párvulos están realizando el trabajo educativo en contexto de crisis sanitaria?
Dentro de las conclusiones, solo haré mención al apartado que alude a los desafíos que las profesionales han debido enfrentar para resguardar el proceso de aprendizaje de los párvulos, y que versan en: la carencia de insumos personales para la conectividad y por tanto lograr llevar a cabo el trabajo remoto, el cuestionamiento en torno al rol que deben asumir, planteando la dicotomía si este debe ser exclusivamente pedagógico o de contención (optando mayoritariamente por el segundo), ya que, como declaran, perciben una falta de motivación y/o compromiso con la tarea educativa de niños y niñas menores de seis años, lo que da cuenta, entre otras consideraciones, la falta de comprensión social respecto del rol pedagógico de los/as educadores/as de párvulos.
Prácticamente no se alude al juego o situaciones lúdicas, más sí al diseño de material educativo que asegure la cobertura curricular, que hoy pierde sentido. Finalmente, es de destacar que una proporción de las participantes declaran que su trabajo se vuelve “difícil” cuando la mayor cantidad de niños y niñas que atienden se encuentran en condición de vulnerabilidad social o viven en zonas rurales, lo que dificulta la comunicación con las familias y el seguimiento del proceso educativo, principalmente por la dificultad en el acceso a plataformas virtuales.
Es aquí cuando toma valor la pregunta titular de este escrito ¿Y la visibilización de la educación parvularia … cuándo?, no queda más que decir que con pandemia o sin ella debe ser, AHORA.
*El instrumento fue diseñado, distribuido virtualmente y sistematizado por quien firma esta columna. La Encuesta fue contestada por un total de 59 educadoras de párvulos.