El COVID-19 está cambiando nuestros hábitos de comunicación. Los “meetings” en plataformas digitales son cada vez mas frecuentes. Han llegado para quedarse y se instalarán en nuestras vidas como algo rutinario. Debemos considerar que de ahora en adelante estaremos mas expuestos a sonidos y que nuestra voz la utilizaremos con mas frecuencia ¿en que condiciones?, ¿hemos pensado el impacto que tendría en la audición y en la salud de nuestra voz?
El Decreto Supremo nº 594 del MINSAL, sugiere que la exposición a sonidos de alta intensidad no podrá superar los 85 decibeles para una jornada laboral de 8 horas. El NIH, sugiere evitar ruidos fuertes, la exposición a ellos durante un tiempo prolongado, y pone en evidencia los riesgos de padecer problemas de la voz en quienes la utilizan como herramienta de trabajo, los que se pueden evitar haciendo un uso cuidadoso de esta.
Algunas consejos la salud de nuestra voz y audición:
Sugiero que se realice una evaluación y controles rutinarios 1 vez por año con un otorrinolaringólogo. Asesórese por un fonoaudiólogo. Es el profesional idoneo para asesorarlo en estrategias de prevención auditiva y programas de higiene vocal.