Mucho se ha discutido acerca de la efectividad de las clases on line, la verdad es que el efecto no está en las clases sino en como sean preparadas y presentados los contenidos, debemos aprender a pensar en como hacer las clases en formato digital, esto implica una acomodación cognitiva en cada uno de nosotros. Detrás de la pantalla hay estudiantes con diversas necesidades sociales, económicas, físicas y sensoriales.
Considerando la diversidad de estudiantes en nuestras aulas virtuales, es una gran oportunidad para presentar los contenidos diversificados, pensados para los estudiantes en situación de discapacidad (EsD), por ejemplo: la plataforma zoom permite ajustes como fijar pantalla para estudiantes Sordos y el intérprete mientras la clase ocurre (observación y sugerencia que nace desde los mismos estudiantes Sordos), grabación de clases para ser reproducidas por estudiantes ciegos en tiempos asincrónicos, la posibilidad que nos brinda power point con la grabación de audio y cuantas otras más que seguro iremos descubriendo.
Posibilidades de tiempos de reflexión e instalar tiempos de compartir las necesidades a través de las pantallas nos permite acercarnos y respetar la diversidad de las formas de aprender, este debe ser un tiempo provechoso para conocer a nuestros estudiantes y trabajar en que la educación online también sea accesible para ellos.
La visualidad que nos permiten las pantallas deja al descubierto mucho de nosotros, permitamos también que los EsD, que son parte de nuestras instituciones educacionales reciban lo mejor que como académicos, académicas y docentes podemos entregar, hagamos uso de los ajustes razonables que de seguro serán también de apoyo para todos los y las estudiantes.
Seamos aprendices en este tiempo, permitámonos guiar y ser guiados en este proceso que vino para quedarse e instalarse en nuestras prácticas pedagógicas, permitámonos crecer en esta nueva aventura.