La participación ciudadana, tanto en plebiscitos como elecciones, ya sea como promotor de una opción, votante o candidato, son las formas más clásicas con que la ciudadanía evidencia su rol como constructor del futuro de las distintas sociedades.
Ante esto, y a modo general, el voto de las personas suele configurarse como una muestra de confianza hacia una opción determinada, mientras que la no participación electoral suele representar una muestra de desconfianza hacia el sistema.
Al respecto, y desde la teoría política, se suele señalar que las sociedades que cuentan con un menor desarrollo cívico suelen estar amenazadas, entre otros, por la emergencia de populismos que condicionan la estabilidad y responsabilidad del Estado, así como por partidos políticos que estructuran un sistema clientelista capaz de secuestrar la probidad a través de dinámicas que han institucionalizado la corrupción.
Es por ello, que la toma de decisiones políticas en nuestro país requiere de un alto sentido de responsabilidad cívica.
Pues bien, el 25 de octubre se realizará un plebiscito que determinará la opción ciudadana respecto a mantener la actual Constitución o la redacción de una nueva.
Ante ello, resulta fundamental que la ciudadanía realice un análisis riguroso, no sólo de lo que implica cada opción, sino también del modelo electoral en el que el “Apruebo” y el “Rechazo” están insertos. Lo anterior, a fin de determinar de manera responsable si se apoya a una opción u otra, o se decide evidenciar su desconfianza hacia el sistema político y electoral a partir de la no participación.
En ese contexto, entender el modelo político y electoral que existe en cada sociedad se configura como un factor de empoderamiento ciudadano, ya que condiciona a toda la clase política a adoptar decisiones que limitan sus egoísmos tradicionales, obligándoles a honrar el mandato de representación que la ciudadanía le brindó.
En ese sentido, y desde las instituciones que componen la Corporación Puerto Montt Superior, hacemos un llamado para que la ciudadanía asuma su opción, cualquiera sea ésta, con responsabilidad cívica, lo que implica que cualquier cuestionamiento al sistema político o la promoción y posterior voto de alguna alternativa sea sustentada en un análisis riguroso de los escenarios y proyecciones que se dibujan con cada opción.