Con la presencia de funcionarios de Sernapesca y del IFOP, Mg. Miriam Seguel, Directora del CERAM del Centro de Análisis de Recursos y Medio Ambiente (CERAM) de la Universidad Austral de Chile Sede Puerto Montt, cerró la iniciativa que significó casi tres años de trabajo, y que en enero del 2018 se iniciará el servicio, luego de cumplir con los últimos requisitos de control de calidad internacional del laboratorio.
La iniciativa cofinanciada por el Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de Los Lagos y la Universidad Austral de Chile de la Sede Puerto Montt significó adquisición de un Cromatógrafo de masa-masa e implementación de una nueva técnica para detectar toxinas en moluscos, a través del proyecto denominado “Implementación de capacidades regionales para la cuantificación de biotoxinas lipofílicas en moluscos bivalvos para la exportación bajo estándares de la Unión Europea”, que dirige la MSc. Miriam Seguel Lizama, directora del CERAM.
En la ceremonia de cierre también se presentó el desglose de gastos de la iniciativa, que estuvo a cargo de la Ingeniera Civil Industrial Paulina Calquín, ello reflejó el alto compromiso social, con que trabaja la Universidad Austral de Chile, que casi triplicó la inversión entregada en el FIC por el Gobierno Regional que fue de más de 58 millones de pesos que se gastaron casi en su integridad en la adquisición del equipamiento, destinando la Casa de Estudios la cifra de más de 191 millones de pesos para la puesta en marcha de la tecnología y todo lo que ello implica.
La normativa de la Unión Europea, dejó obsoleto el análisis que se realizaba mediante bioensayo de ratón, y desde enero del 2015, Chile establece que el método oficial es la cromatografía líquida /espectrometría en masa en tándem (LC-MS/MS), estableciendo 13 toxinas que se deben identificar y cuantificar en los moluscos bivalvos, al igual que los límites para el consumo humano. Cuando las concentraciones de toxinas sobrepasen los límites permitidos para el consumo humano, Sernapesca procede al cierre de las áreas de producción. Por lo tanto, no se puede cosechar hasta que los niveles de toxinas bajen y sean aptos para el consumo humano.
Debido a que la Industria del mejillón chileno se desarrolla principalmente en la Región de Los Lagos, y Chile es el segundo productor mundial de mejillones, se debió realizar el esfuerzo desde la Universidad, para satisfacer las necesidades de los exportadores, ya que los principales mercados son países europeos como España, Francia, e Italia, que, junto a Rusia y Estados Unidos, los que concentran el 69% de las exportaciones chilenas. Esta industria genera aproximadamente 17.000 empleos anuales.