“En el norte del país, la cantidad de basura en las playas es abundante, en el centro es moderada y en los fiordos y costas de Chiloé vuelven a ser altas, más que en otras zonas de Chile”, aseveró Martín Thiel, profesor de Biología Marina de la U. Católica del Norte, creador del programa de ciencia ciudadana “Científicos de la Basura” y quien expuso en el “Café Científico de Puerto Montt” organizado por la Unidad de Extensión Científica de la Universidad Austral de Chile Sede Puerto Montt.
El Dr. en Oceanografía de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte, Núcleo Milenio Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (ESMOI), y Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) de Coquimbo, es el gestor de la organización que nació hace 10 años y que reúne a escolares, docentes, ciudadanos e entusiastas investigadores del territorio para estudiar y abordar la problemática de la basura en el medio ambiente.
El experto, dictó la charla “Los Cientificos de la Basura hicieron su pega: Ahora te toca a ti” , donde habló sobre importantes resultados de investigaciones y propuestas para solucionar esta grave situación en una instancia que tiene por objetivo crear un espacio de dialogo, para acercar la ciencia a la comunidad de forma grata y amigable, además de una presentación breve y atractiva que estimula el debate de temas científicos y tecnológicos.
“Ahora te toca a ti”
Thiel, detalló que las altas concentraciones de basura en las costas de la región de Los Lagos y especialmente en Chiloé son “muy fácil de identificar porque las personas que visitan los lugares se encuentran con cordeles, boyas, rieles, plumavit que provienen de la Acuicultura. Esto es muy distinto en el norte y el centro del país donde la gran mayoría de la basura viene de los visitantes”, comenta el investigador.
Según el informe del Tercer Muestreo Nacional de la Basura en Playas de Chile 2016 se constató un aumento continuo en las cantidades de basura encontradas en las playas desde el 2008, donde se identificó un promedio nacional de 1,37 unidades de basura por m2; en el 2012, de 1,69 unidades por m2; mientras que en el 2016 el resultado fue de 2,15 unidades por m2. En el 2008, se observó que las regiones del sur, desde la Araucanía a Magallanes, tuvieron en general una abundancia por encima del promedio nacional y en el 2012 la región de Los Lagos tuvo la segunda mayoría con 3,73 unidades de basura por m2.
A nivel nacional, los principales desechos que se pueden encontrar en las playas son las colillas de cigarros y los plásticos y en la región de Los Lagos, especialmente en Chiloé, son los residuos de la industria salmonera.
En el caso del plástico, Thiel, explica que los consumidores tienen pocas opciones de elegir envases y materiales reutilizables. “Si queremos comprar agua mineral no tenemos la opción de elegir entre una botella desechable y retornable”, ejemplificó.
El biólogo, enfatizó que “las empresas no han asumido la responsabilidad que tienen y el Gobierno no ha hecho en realidad su pega, porque existen normativas, como, la Ley REP (Ley de Fomento al Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor) que está desde el 2016 pero no implementada”. Recordar, que esta legislación obligaría a los fabricantes a hacerse cargo de la gestión de los residuos derivados de sus productos.
Thiel, resaltó que lo primero que se debe hacer es instalar la problemática en las instituciones públicas y en empresas. “Porque no ganamos nada, si educamos y sensibilizamos a los niños en los colegios sobre la temática, pero después ellos salen al mundo y los están ahogando con un tsunami de plástico. Es importante que las empresas hagan lo suyo y el Gobierno las fiscalice”, destacó.
Además, reiteró que, de seguir esta problemática en crecimiento, se producirán efectos gravísimos en el entorno y también en la fauna marina. “La mayoría de los estudios han sido con peces adultos, pero lo más probable es que las larvas de peces pequeños, que son más delicados, tengan mucho más riesgo”, señaló preocupado.
El académico afirmó que las soluciones están sobre la mesa, sin embargo, requiere un poco de voluntad política, responsabilidad de productores y empresas y también de la ciudadanía, cambiando hábitos y tomando un rol más proactivo en la temática.
Nota basada en información publicada en El Llanquihue